Resumen
El dolor de espalda es un problema importante para los médicos de atención primaria; es común, costoso y controvertido. El dolor de espalda es el segundo síntoma principal que provoca todas las visitas al médico en los Estados Unidos. Existen amplias variaciones geográficas en la atención médica para este problema, y las tasas quirúrgicas en los Estados Unidos son el doble de las de la mayoría de los países desarrollados. El tratamiento del dolor de espalda ha seguido una serie de modas pasajeras, y la incapacidad laboral resultante del dolor de espalda sigue aumentando. Por todas estas razones, los médicos de atención primaria tienen un papel importante en la mejora de la atención de los pacientes con dolor lumbar. Los médicos de atención primaria enfrentan problemas únicos al tratar a estos pacientes. En primer lugar, en la atención primaria, la mayoría de los pacientes tienen dolor lumbar sin complicaciones, e identificar al raro paciente con una neoplasia maligna subyacente o un déficit neurológico es como buscar una aguja en un pajar. En segundo lugar, estos profesionales se enfrentan a dos poblaciones con dolor de espalda inespecífico: una que probablemente mejorará a pesar de todo (que en su mayoría necesita tranquilidad) y un grupo más pequeño (alrededor del 20 %) que es propenso a desarrollar dolor de espalda crónico y que presenta dolor de espalda complejo. problemas psicosociales y laborales. En tercer lugar, estos problemas deben tratarse en el marco típico de una visita de 15 minutos al paciente. Finalmente, los cambios en el estilo de vida en el ejercicio, la pérdida de peso y el abandono del hábito de fumar pueden ser partes importantes del tratamiento del paciente, y mejorar el cumplimiento de tales intervenciones siempre es un desafío importante. Los investigadores de atención primaria que estudian el dolor de espalda enfrentan al menos tres desafíos importantes. Una es identificar estrategias diagnósticas más eficientes que alivie la ansiedad de médicos y pacientes. El segundo es desarrollar una mejor teoría para explicar la gran mayoría de los episodios de dolor lumbar inespecífico. En la actualidad, las teorías en competencia generan tratamientos en competencia y en conflicto, generando frustración entre los pacientes y pérdida de credibilidad para los médicos. Tercero, necesitamos mejor ciencia, con mayor rigor metodológico en la evaluación de los muchos tratamientos no quirúrgicos utilizados para el dolor de espalda en el entorno de atención primaria.
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