Resumen
El dolor lumbar es una razón común para que los pacientes visiten a un proveedor de atención médica. Para la mayoría de los pacientes, los síntomas lumbares son inespecíficos, lo que significa que el dolor se localiza en la espalda o las nalgas y se debe a un presunto proceso musculoligamentoso. Para los pacientes con síntomas radiculares en las piernas, se identifica más comúnmente una etiología precisa. La historia clínica y el examen físico generalmente brindan pistas sobre las causas poco comunes pero potencialmente graves del dolor lumbar, así como sobre aquellos pacientes en riesgo de una recuperación prolongada. Las pruebas de diagnóstico no deben ser una parte rutinaria de la evaluación inicial, sino que deben utilizarse de forma selectiva en función de la historia, el examen y la respuesta al tratamiento inicial. Para pacientes sin deterioro neurológico significativo, los tratamientos iniciales deben incluir modificación de la actividad, analgésicos no narcóticos y educación. Para los pacientes cuyos síntomas no mejoran en 2 a 4 semanas, es apropiado derivarlos a tratamientos físicos. Hay disponible una variedad de opciones terapéuticas de beneficio limitado o no comprobado para pacientes con síntomas radiculares en las piernas o dolor lumbar crónico. Los pacientes con dolor radicular y pocos o ningún hallazgo neurológico deben recibir tratamiento conservador, pero la cirugía electiva es apropiada para aquellos con compresión de la raíz nerviosa que no responden a la terapia conservadora.
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