La conexión entre la terapia respiratoria y el fenómeno del tabaquismo en Estados Unidos es bastante obvia. Fumar cigarrillos es la principal causa de cáncer de pulmón, bronquitis crónica y enfisema en los Estados Unidos.
La conexión entre la terapia respiratoria y la comunidad LGBT puede parecer extraña al principio, pero los estudios han demostrado que fumar es considerablemente más frecuente dentro de esa comunidad. Según el Centro Nacional de Información Biotecnológica, fumaba un 50% más de hombres homosexuales que de hombres heterosexuales. En las mujeres la disparidad es aún mayor; el mismo informe señala que un 70% más de mujeres en la comunidad lesbiana fuman. Entonces, ¿qué significa esto para los terapeutas respiratorios?
Los terapeutas respiratorios deben comenzar a publicitar a las comunidades homosexuales en su área y trabajar para asegurarse de que sean conscientes de los peligros de fumar, así como del trabajo que pueden hacer los terapeutas respiratorios para aliviar los problemas de salud que pueden surgir de ello. La detección temprana lo es todo cuando se trata de enfermedades como el cáncer de pulmón, y los terapeutas respiratorios deben estar en primera línea en las comunidades LGBT que abordan este problema.
Hay otras cosas en juego, como la autoimagen negativa que a menudo prevalece en las comunidades LGBT debido a fuerzas externas. Cuando están bajo tanto estrés, no es de extrañar por qué tantos en la comunidad LGBT comienzan a fumar. Pero, dado que los terapeutas respiratorios muestran una atención particular a un grupo de personas considerablemente más probable que necesiten su experiencia, tal vez esa tendencia pueda revertirse.
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