Resumen
Objetivos:
La tranquilidad efectiva de los pacientes que informan síntomas, para los cuales no se dispone de un origen etiológico claro, es uno de los desafíos más importantes en las primeras fases del dolor de espalda inespecífico. Sin embargo, faltan estudios empíricos sobre los efectos de la tranquilidad y, además, los efectos mostrados fueron pequeños. Se necesitan mejoras con respecto al proceso de interacción médico-paciente ya los métodos utilizados por el médico.
Métodos:
Proporcionamos una breve revisión narrativa de la literatura con especial referencia a la comunicación afectiva y cognitiva, basada en una revisión sistemática de 16 estudios. Además, consideramos la evidencia reciente en el pronóstico del dolor lumbar, el papel de la actividad física y las diferencias individuales basadas en subgrupos en el manejo del dolor, cuestionando la base de información de la tranquilidad.
Resultados:
Se apoyó un modelo de 2 procesos de tranquilidad afectiva y cognitiva. La recuperación mejoró en una combinación de comunicación de empatía con tranquilidad cognitiva, dando información e instrucciones concretas. En términos de información, investigaciones recientes indican que un porcentaje sustancial de pacientes no se recupera dentro del primer año después del inicio del dolor de espalda. Además, los niveles muy bajos y altos de actividad física están asociados con el dolor y la discapacidad, asociados con el afrontamiento cognitivo y conductual del dolor.
Discusión:
La tranquilidad de los pacientes en las primeras fases del dolor de espalda persistente podría mejorar a partir de las partes afectivas y cognitivas de la comunicación y la información personalizada. Las diferencias de los subgrupos con respecto a los diferentes pronósticos, los patrones asociados de afrontamiento del dolor adaptativo o desadaptativo y los niveles de actividad física que promueve la salud frente a los dañinos deben considerarse con más cuidado.
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